Irracional pero real

Pensemos en una pasión. Analicemos nuestros sentimientos. Busquemos en nuestros recuerdos de adolescente aquello que nos inspiraba o que más deseábamos... Esa es la realidad también de estos chicos que aman el fútbol. Nada les ha afectado más durante estos meses de pandemia que no poder rodar el balón y reunirse en su área de juego: ya sea para unos la cancha, para otros el campito o la calle del barrio seleccionada para esta importante función. Cada tarde ocupan estos espacios para expresarse, para dialogar con sus similares y olvidar por unas horas sus necesidades y los problemas del mundo que les rodea. Creámoslo o no, ellos necesitan de este tiempo y espacio, es como su templo sagrado.
Nada demanda más energía de ellos que este momento. Pasan el día entero muchas veces en función de que llegue la hora de jugar y pasan cualquier cosa por alto si les coincide, revivir cada gol o buena jugada del día anterior es rutina obligada, se intercambian mensajes de texto sobre que van a vestir para el partido, a que jugador del ámbito internacional quieren imitar, que nueva movida practicar para sorprender al rival, cual será la marca de ropa o zapatos a usar y el looks de moda que deje claro que ellos son parte del planeta fútbol. No es acaso a nuestros ojos de padres: algo irracional todo esto, pero al mismo tiempo nada es más real y parte de sus vidas que esta rutina que los absorbe y les lleva por todo tipo de sentimientos según sean sus experiencias de cada día. Vibran de alegría y orgullo cuando son celebrados por el grupo tras marcar un gol o realizar una buena jugada, pero sufren hasta el más pequeño error cometido en el juego pues les puede llevar a ser víctimas de la burla y el rechazo de grupo y/o sus seguidores. Así de frágil son sus emociones y de irracional pudiera valorarse por un adulto que trabaja duro cada día para poner un plato de comida caliente en la mesa de uno de estos adolescentes sin más preocupación que la de su propio mundo. Pero a decir verdad este fenómeno abarca cualquier edad y aún cuando cambian los matices por las personas o circunstancias, la situación puede ser analizada más o menos igual.
Regresando al adolescente, mucha más compleja puede ser su situación, cuando analizamos que esta entrega, la mayor parte de las veces es sin esperanzas de futuro como atleta profesional, pues el fútbol es un deporte muy competitivo y selectivo a nivel mundial, y Cuba no figura en el mapa de país con tradición, buenos resultados y jóvenes talentos. Sin embargo, sí resulta un gasto importante para los padres sostener el costo de zapatillas, uniformes, balones, alimentación y demás necesidades del practicante para convertirse en un buen jugador.
Es aquí donde el trabajo que por años viene realizando BarrioHabana adquiere relevancia: al garantizar para todos estos chicos la mayor parte de estos implementos básicos, muchas de sus necesidades primarias y en alianza con varias instituciones un área deportiva en buenas condiciones y el ambiente adecuado para el desarrollo no sólo del deporte sino también humano de cada uno de los que aquí participan. Trabajamos para tener los mejores y más talentosos de la disciplina y les ayudamos para que puedan seguir este camino tan sacrificado, pero sabemos que esta es la minoría y nuestro objetivo principal es formar mejores seres humanos para nuestra sociedad y que se integren a la vida con la grata experiencia de los años que hemos compartido y todo lo que más allá del fútbol aquí también han aprendido.
Vale la pena dedicar tiempo a estos muchachos, hemos sido testigos de ello durante más de 15 años y los resultados son palpables tanto a nivel futbolístico como humano. Tenemos experiencias acumuladas de todo tipo y el saldo es positivo. Hoy son lideres quienes cuando empezamos eran niños y se sentaban tras la línea de vote para no perderse ni un instante de partido, ni los detalles de cada jugada. Pero la pasión por el fútbol de estos niños ha crecido acompañada de buenas experiencias que a través de estos años el proyecto a creado para desarrollar en ellos nuevos valores, mostrarles realidades diversas y sobretodo todas las cosas enseñarles que las oportunidades llegan y es posible aprovecharlas si se está preparando para ello. Hoy nos sentimos orgullosos de cada uno de ellos porque ha pesar de que se pueden haber equivocado algunos, todos reconocen que se han llevado de nosotros lo mejor y muchas veces nos hemos sorprendido cuando en situaciones difíciles han hablado más alto sus buenas experiencias y valores humanos que su entorno adverso y dura realidad. Nuestras puertas siempre se mantienen abiertas y ellos lo saben, pues segundas y terceras oportunidades han sido necesarias para cambiar una historia personal de vida.
Pavel Garcia / 5 publicaciones |
BarrioHabana es un proyecto sociocultural comunitario que persigue dentro de la Habana Vieja promover la alianza pública- privada para el mejor desarrollo de la comunidad creando para ello programas educativos, deportivos, culturales, ecológicos e intergeneracionales. Palabras Claves: 1: Alianzas: público-privado, arte-deporte, niños-jóvenes-adultos-adultos mayores. 2: Creatividad, imaginación, fantasía y sentimientos. 3: Educación |
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